La calidad del empaque desempeña un papel crucial en la conservación de la frescura del queso. El empaque al vacío es una técnica común utilizada para eliminar el aire del paquete y prevenir la oxidación del queso. Esto prolonga la vida útil del producto y preserva su sabor y textura. Además, los paquetes al vacío a menudo incluyen válvulas que permiten liberar el gas generado por el queso a medida que madura, manteniendo así su calidad.
La calidad del queso puede verse afectada por la humedad y la temperatura durante el almacenamiento y el transporte. Por lo tanto, es esencial que se mantengan condiciones óptimas. Muchos quesos requieren un ambiente específico, ya sea una temperatura controlada o una humedad relativa constante. Los fabricantes y distribuidores utilizan sistemas avanzados de monitoreo y control para asegurarse de que el queso se almacene y transporte en condiciones ideales para mantener su calidad.